Pátzcuaro, Michoacán, 7 de enero de 2010
Gobierno del Estado de Michoacán, Secretaría de Educación Pública, Miembros del Consejo Directivo de la UIIM, Comunidades indígenas y no indígenas de la entidad, Comunidad estudiantil de la UIIM, Público en general, hacemos saber que:
la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM) atraviesa por momentos de crisis profunda, propiciada por el Rector de dicha institución, Dr. Hugo Rodríguez Uribe, y un grupo de personas allegadas a él, quienes han incurrido en una serie de anomalías que estamos en condiciones de probar (documento anexo), entre las que se citan:
a) El despido injustificado, en diciembre de 2008, de 4 profesores investigadores de tiempo completo, tres de ellos adscritos al Sistema Nacional de Investigadores, de CONACYT; quines han demandado a la UIIM ante la Junta Local de Conciliación y arbitraje; y dos trabajadores del área administrativa.
b) El despido, también injustificado, de al menos 10 trabajadores de tiempo completo en diciembre de 2009, en una abierta y desmedida violación a los derechos laborales de los trabajadores de esta institución.
c) Falta de certidumbre laboral para los trabajadores.
d) Hostigamiento laboral hacia los trabajadores que no concuerdan con las anómalas prácticas del Rector y su grupo afín.
e) Prácticas corruptas en el manejo de recursos financieros, materiales y humanos.
f) Nepotismo en la contratación de personal y asignación de puestos y salarios.
g) Negativa a gestionar y otorgar prestaciones básicas a los trabajadores, estipuladas en la Ley Federal del Trabajo: servicio médico, seguro de vida, fondo de ahorro para el retiro, fondo para la vivienda, y transporte foráneo.
h) Falta de planeación en las tareas, funciones y responsabilidades de todos los trabajadores, lo cual ocasiona una considerable pérdida de recursos económicos, materiales y humanos.
i) Intransigencia para el registro de los 4 programas educativos que imparte la Universidad, ante la instancia correspondiente de la SEP, y registro de la propia institución para efectos de presupuesto federal y estatal.
j) Negativa a tramitar la aprobación de los reglamentos que regulen e institucionalicen el funcionamiento de la Universidad.
k) Un preocupante descuido del trabajo académico y docente en general.
l) Demagogia en el discurso sobre indigenismo e interculturalidad toda vez que no corresponde con la práctica, y se incurre en el engaño a los distintos sectores;
Por lo anterior y atendiendo el diálogo, la normatividad correspondiente y la necesidad de una educación de calidad, principalmente para los pueblos indígenas de Michoacán, para lo cual fue creada esta Universidad, exigimos atención pronta en función y orden de las siguientes
demandas
- Reinstalación de los trabajadores sin contratar en este año, y los demandantes del año anterior. (En un plazo que no exceda el 14 de enero de 2010).
- Certidumbre laboral y contratos acorde a la ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, art. 6 y otros, para el personal de tiempo completo y los docentes de asignatura.
- Renuncia o destitución del actual rector, así como del maestro Vivaldo Matías Gómez como Director Académico, quien ha sido designado para ejercer como tal a partir del presente año; lo cual implica nuevos nombramientos para estos dos cargos. (Exigencia para cumplirse a más tardar el 29 de enero de 2010).
- Renuncia o destitución como trabajadores de la Universidad, de Hugo Rodríguez Uribe, Vivaldo Matías Gómez, Edna Ovalle Rodríguez y Olga Rivera Barragán, quienes han estado cobrando salarios de acuerdo a la categoría de doctor en ciencias, el segundo por más de dos años, cuando sólo cuentan con maestría (Para cumplirse en un plazo no mayor al 29 de enero de 2010). Ya existe al respecto al menos una denuncia ante la Coordinación de Contraloría, admitida el 19 de marzo de 2009 y registrada con el núm. DRSP/QD-077-P/2009.
- Reasignación de puestos y salarios de personal administrativo, docentes de asignatura y de tiempo completo a quienes se ha favorecido con nuevos contratos mejorados para el 2010, por el sólo hecho de mostrar lealtad personal al rector y su grupo, sin cubrir el perfil para tales funciones. (Para cumplirse a más tardar el 14 de enero de 2010).
- Seguridad social para la totalidad de trabajadores de la Universidad. (En un plazo no mayor al 15 de febrero).
- Designación específica de funciones y planeación de las tareas y condiciones de trabajo para todo el personal, incluido el calendario escolar, que no se respeta.
- Compromiso, de parte del rector en turno, para gestionar y tramitar el registro de los 4 programas educativos que actualmente se están impartiendo en esta universidad. (Fecha límite el 26 de febrero próximo).
- Compromiso, de parte del rector en turno, para gestionar y tramitar la aprobación de los distintos reglamentos de la Universidad, incluido el manual de operaciones. (En un plazo que no pase del 26 de febrero del presente).
- Planeación y aprobación de funciones y condiciones para el trabajo académico: investigación, vinculación, asesorías a estudiantes, y otras; además de la docencia. (Para el 26 de febrero próximo).
- Planeación y aprobación de los presupuestos generales para cada rubro de la Universidad, y respeto a esas propuestas una vez que se hayan aprobado; así como un estricto apego a la normatividad externa sobre el uso de recursos financieros, materiales y humanos.
ANEXO I
ESPECIFICIDAD DE LAS ACUSACIONES
Antecedentes: en mayo de 2008 cuando el Dr. Agustín Jacinto Zavala, primer Rector de la UIIM se ausentó de esta institución por motivos de salud, el Dr. Hugo Rodríguez Uribe, quien fungiera hasta entonces como Director Académico, quedó como encargado del despacho de Rectoría. A partir de ahí las relaciones entre trabajadores de la Universidad, que habían sido armónicas, entraron en una nueva etapa, caracterizada por mala comunicación, poco trabajo, información manipulada, divisionismo, etc., de tal suerte que se formaron dos grupos en oposición: unos fieles al encargado de Rectoría, y otros fieles a valores de honestidad, trabajo y al proyecto educativo que propuso el Dr. Jacinto.
En septiembre de 2008 el Dr. Mercado recibió un oficio en el que se le solicitaba una explicación de porqué había faltado del 24 al 28 de septiembre a su trabajo, cuando no ocurrió así puesto que acudió a una reunión, convocada y presidida por el encargado de Rectoría, el 24 de ese mes, y no faltó a una sola de sus clases ante los grupos de estudiantes. Ese hecho se les demostró en persona a los acusadores y en reunión plenaria posterior. En similares condiciones se encontró la Dra. Claudia Carranza quien, al solicitar permiso para acudir a su examen de grado de doctora en Europa, al regreso se le acusó de faltar a su trabajo y se le descontó una cantidad equivalente a los días de ausencia.
Respecto a los derechos laborales, el 19 de diciembre de 2008 tres profesores de tiempo completo, Dr. Benito Rodríguez Haros, Dra. Guadalupe Huacuz Elías y Dra. Rocío Rosas Vargas, que recién habían sido aceptados en el Sistema Nacional de Investigadores, no fueron contratados, por ordenes del Dr. Hugo Rodríguez Uribe, quien fungía como encargado del despacho de Rectoría. Las causas nunca fueron aclaradas por Rectoría, más allá de pronunciar variados pretextos, según la ocasión y ante quién. Y ante esa decisión, varios grupos de estudiantes se quedaron sin terminar los cursos que dichos profesores impartían puesto que no había concluido el semestre. Luego los alumnos se inconformaron y solicitaron una explicación de parte de Rectoría. Se presentó el Dr. Rodríguez ante ellos en enero de 2009 y, ante la impotencia de no poder responder a los cuestionamientos de los estudiantes, se molestó al grado de buscar culpables, acusando al Dr. Alejandro Martínez de la Rosa de azuzarlos en su contra. Y de inmediato dio órdenes de cesarlo de la Universidad, sin mediar explicaciones ni el hecho de que había firmado un Contrato laboral unos días antes, por un periodo de un año. Los 4 compañeros han demandado a la UIIM por violación a sus derechos laborales; demanda que con toda seguridad ganarán ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje dadas las circunstancias y con apego a la ley Federal del Trabajo. Y producto de ello, a la fecha la UIIM debe ya, si así fuese el caso, más de un millón de pesos en salarios caídos a los cuatro compañeros demandantes, más multas por otros motivos. Otros dos trabajadores del área administrativa también fueron cesados pero no demandaron.
Después de aquel acontecimiento el Dr. Rodríguez y su grupo de seguidores continuaron destinando suficiente tiempo y esfuerzo a hostigar a los trabadores que no concordaron con sus anómalas prácticas. Por ejemplo, se le escuchó decir que tomaría “medidas drásticas para aquellos que no quisieran trabajar”. Y como resultado, el 18 de diciembre de 2009, al menos 10 trabajadores no firmaron contrato. A algunos se les notificó por escrito que su contrato se terminó y que hicieran saber de los pendientes y entregaran mobiliario. A otros se les dijo que en enero verán lo de sus contratos, con la idea, creemos, de condicionarlos, porque no existe criterio para darles esa noticia más allá de que no son completamente afines a su grupo. Entre los no contratados hay dos profesores de tiempo completo y los demás son trabajadores administrativos. Entre los profesores existe el caso de uno que estaba contratado como administrativo, pero en realidad desempeñaba funciones de docente investigador de tiempo completo.
No contamos con certidumbre laboral en esta institución, agravada por la posición y actitudes de quien encabeza la Rectoría y su grupo. Quienes iniciamos con el primer grupo de profesores, nos contrataron no por un tiempo definido, sino con la idea de laborar en esta institución de manera indefinida, aunque si bien con un contrato laboral por el periodo de agosto a diciembre de 2007 mientras se tramitaba nuestra permanencia. Luego firmamos un contrato por el periodo del año 2008 y, al término de éste, por un año más; hasta que se presentó la anomalía que aquí se expone. Y no obstante lo anterior, para 2010 se han emitido contratos de seis meses, a quienes han aceptado para continuar. Es decir que no hay certidumbre laboral, situación que elimina la posibilidad de desempeñar eficientemente un trabajo, y que está previsto en la Ley Federal Del Trabajo. Sea que no pedimos inmerecimientos como ciudadanos mexicanos.
El hostigamiento laboral se suscita en cuanto al trato que recibimos como trabajadores, es diferenciado y está en función de si se apoya o no al rector y su grupo en sus prácticas anómalas. Y esas prácticas tienen que ver con malversación de recursos públicos, con la falta de respeto al calendario escolar, con la frecuente acusación de no tener compromiso, de reprobar estudiantes, de no vincularnos porque no vamos a las fiestas, de que no sabemos dar clases, cuando nunca han asistido a una de nuestras sesiones ni han aceptado, a petición de nosotros, que se establezca un sistema de evaluación de la docencia; lo cual sí hemos hecho algunos docentes por cuenta propia.
En otro aspecto, el Dr. Hugo Rodríguez ha incurrido en corrupción en repetidas ocasiones y de múltiples maneras. Decidieron pagarse sueldos como doctores cuando sólo tienen grado académico de maestros. Tal es el caso de Edna Ovalle Rodríguez, Olga Rivera Barragán (al menos por un periodo de un año) y Vivaldo Matías Gómez quien cobra como doctor nivel “B” desde hace más de dos años. Adicionalmente, el último estuvo cobrando, al menos algunas mensualidades, dos sueldos de tiempo completo: uno en la UIIM y otro como profesor de primaria en educación indígena.
Por otro lado, el Dr. Rodríguez ha realizado compras de material para la construcción de su casa particular en Chapultepec, cerca de Pátzcuaro, con recursos de la Universidad. Sobre ello existen algunas facturas en los archivos de la UIIM, y que es material que no se requiere, no se ha utilizado y no está en el inventario de la Universidad, tal es el caso de cable coaxial para telecable, 4 carretillas, palas, picos, entre otros. También envía personal y vehículos de la UIIM para transportar material o personas, o realizar labores para su casa en construcción, o para su familia. Prueba de ello es al menos una avería en una de las camionetas marca Toyota, placas de circulación PHF 1999, año 2008, a la que le rompieron el espejo derecho por cargar madera de dimensiones considerables de Pichátaro a su casa en Chapultepec. La señora Virginia y el chofer Mario se dedican con frecuencia a hacerle favores personales como pagar a los trabajadores de la construcción, supervisar, llevar materiales, hacer compras, etc., y en camionetas de la Universidad, en días y horarios laborables en la UIIM. El grupo al que se acusa de corrupción pretende extender estas prácticas a los demás. Por ejemplo, a la responsable operativa de becas PRONABES se le pidió que alterara documentos oficiales, falsificando información, con el fin de que el programa de licenciatura de la costa, que es semiescolarizado, tuviera becas de este origen, cuando la regla de operación indica que es sólo para programas escolarizados; además de otras irregularidades como el hecho de no estar autorizado por no haber ningún programa educativo registrado y ser una extensión, según la normatividad del estado.
En cuanto a la contratación de personal tanto administrativo como docente, así como la asignación de funciones y sueldos, particularmente el maestro Vivaldo se ha encargado de “meter a trabajar” a una cantidad considerable de familiares: Alma, sobrina de su esposa, Ericka, hermana de su yerno, Bulmaro, hijo de su compadre, Su yerno que tiene también funciones en la UIIM, Don Rodolfo, que es pariente también, las personas que venden alimentos a los estudiantes, son su comadre y su sobrina, etc. Y en la mayoría de casos no se atiende el perfil de las personas; lo que les importa es que se quede la familia con los puestos que se vayan abriendo, o despedir al personal para que deje vacantes que pueda aprovechar para uso personal o familiar del maestro Vivaldo. Por su parte, el Dr. Rodríguez ha realizado actos similares: a un cuñado, que radica y fabrica muebles en la ciudad de Uruapan, le encomendó la tarea de elaborar algunos muebles para la universidad, sin mediar concurso ni ningún otro criterio. A algunos trabajadores les asigna puestos sólo por lealtad a sus prácticas corruptas, sin aviso ni convocatoria para concurso a otros trabajadores, etcétera.
No contamos con prestaciones esenciales, marcadas como tales por la Ley Federal del Trabajo como es Seguro Médico, Fondo para el retiro, Fondo para la vivienda, Seguro de vida y transporte foráneo. Viajamos casi diariamente de Pátzcuaro, donde están las oficinas y cubículos de profesores, material y equipo para docencia, a la población de Pichátaro, a donde hay que impartir clases o, el personal de Servicios Escolares, a informar o atender estudiantes; y lo hacemos en transporte público cargando equipo delicado, de pie en el trayecto, o en transporte particular y con recursos propios. (Contamos con un pequeño apoyo para transporte local, pero es parte de las compensaciones al salario, no para transporte de una localidad a otra). Cuando estuvo como rector el Dr. Jacinto, nos autorizó un vehículo para transporte para todo el personal, pero el Dr. Rodríguez nos lo suspendió, aun cuando pagábamos nosotros el combustible. En contraparte, el rector dispone de camionetas y gasolina para transporte de su persona y hasta de su familia.
La falta de planeación en las tareas, funciones y responsabilidades de todos los trabajadores es característico en esta institución, propiciado por el rector quien pretende mantener un control absoluto de todas las funciones, recursos y personal; situación que impide la eficiencia de recursos económicos, materiales y humanos. El desempeño adecuado de los trabajadores, principalmente de los investigadores, se ve seriamente limitado porque se les pide una cosa en un día, y al siguiente se les pide otra diferente, no se dan instrucciones precisas, se piden trabajos o se convoca a reuniones 10 minutos antes de que se lleven a cabo, se solicitan tareas para llevar a cabo y nunca se vuelven a mencionar, no se da respuesta sobre solicitudes para asistir u organizar eventos, para el desempeño de tareas específicas, etc. Hemos solicitado copia del contrato de trabajo para conocer con precisión nuestras funciones y obligaciones y no se nos atiende; hemos solicitado autorización para impartir asesorías a los alumnos y no se nos atiende o se nos ha dicho que no; en tres ocasiones se nos solicitó un proyecto de investigación a los profesores de tiempo completo para ser aprobado de acuerdo a los intereses de la Universidad, y nunca recibimos respuesta de si podíamos ejecutarlo o no, no se nos destinaron recursos económicos ni materiales para tal fin, como tampoco se organizaron las tareas de docencia de tal modo que quedara tiempo para investigación, sólo lapsos que no permiten su realización. Y no obstante lo anterior, se nos piden resultados en investigación, lo cual es imposible con tanta desorganización y falta de planeación.
Aunado a lo anterior, existe un gran descuido del trabajo académico y docente en general. Un día o unas horas antes se nos avisa verbalmente que debemos impartir algún curso, y ocurre algunas veces que son materias que el grupo allegado al rector no quiere dar y que nosotros no hemos impartido antes, lo cual tiene que ver con que se nos asignan cursos que no concuerdan totalmente con nuestro perfil académico. Asimismo, otras tareas académicas han sido postergadas porque no hay organización para efectuarlas. Tal es el caso de la culminación de dos programas educativos: Lengua y comunicación intercultural, y el de Arte y patrimonio cultural; licenciaturas que han sido descuidadas no obstante que ya están en funciones, con alumnos que las cursan. Y particularmente en la licenciatura en Gestión comunitaria y gobiernos locales, el coordinador, Dr. Alfredo Rajo, de origen extranjero, no atiende las tareas que sus funciones exigen, pues se dedica a atender asuntos ajenos al área y ha cancelado innumerables reuniones que él mismo convoca, y mantiene a los integrantes de esta licenciatura sin información. De similar modo, la licenciatura en Lengua ha quedado sin comunicación y sin coordinador, no hay quien les informe de nada. La licenciatura en arte sólo cuenta con dos integrantes y hacen falta investigadores con perfiles distintos para que realicen los programas educativos en las distintas áreas de especialización que abarca como son etnomusicólogos, entre otros.
El nivel educativo de los estudiantes es bajo en lo general y critican las prácticas docentes y el trato paternalista de algunos profesores. En dos foros estudiantiles que se han organizado han mencionado hasta nombres de los profesores que faltan mucho a sus clases: Vivaldo, Alfredo Rajo y Lourdes, no les revisan los trabajos (los alumnos, a decir de ellos mismos, entregan malos trabajos y aún así obtienen la máxima calificación).
El Dr. Rodríguez convoca a reuniones a determinadas horas, y es clásico que llegue hasta dos horas tarde. No se le recuerda haber llegado puntual a ningún llamado. Y cuando se le ha pedido puntualidad, argumenta que él tiene cosas que atender. Todo lo anterior, como es de suponer, genera una pérdida de recursos humanos, motivo por el cual, en conjunto con otras anomalías, esta institución no ha podido mostrar trabajo relevante en estos dos años y cinco meses de funcionamiento, desde que se integró el primer grupo de profesores en agosto de 2007. Adicionalmente, la vinculación con las comunidades se nos exige, pero bajo una acepción totalmente limitada: acudir a las fiestas comunitarias, vivir en Pichátaro, tomar fotografías y convivir con las personas en las fiestas o hablar de ello. Eso es compromiso para ellos. (El art. 79 del Reglamento de Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico, trabajado por el Dr. Eric Mercado y la Dra. Ivy Jacaranda Jasso, y discutido por la mayoría de académicos en reuniones abiertas, “La vinculación y difusión de la cultura consiste en las actividades encaminadas a relacionarse con la población del entorno social de manera recíproca con la finalidad de compartir expresiones artísticas, saberes, conocimientos, tradiciones y manifestaciones de las culturas, que se traduzca en la generación de entornos favorables a la interculturalidad...”)
En lo relativo al registro de los programas educativos, desde agosto de 2008 no se registran avances significativos sino en los últimos meses en que la CGEIB presionó al respecto, advirtiendo que la UIIM no tendría presupuesto si no se efectuaban esos trámites. En reuniones con investigadores, en repetidas ocasiones se recordó al actual rector de la urgencia de esa tarea y no la atendió. La UIIM cuenta con una generación de estudiantes que a partir de febrero estarán cursando el sexto semestre, de ocho, de licenciaturas sin registro.
En otro aspecto, también se ha insistido en la aprobación de los distintos reglamentos que le den vida institucional a la Universidad y regulen su funcionamiento. Resulta preocupante que las cosas se realicen sin planeación, sin organización, de último momento y al antojo personal de los directivos y su grupo de allegados. Genera un gran desgaste entre los trabajadores en general saber que las decisiones se toman y se aprueban desde arriba sin distingos, cuando las funciones de cada puesto deben indicar un margen para la toma de decisiones. Dicha negativa a la aprobación de reglamentos guarda relación con el hecho de mantener el control total de los recursos financieros, materiales y humanos al antojo personal del rector y sus allegados y en el momento que les plazca. El departamento de Servicios Escolares, por ejemplo, se encuentra en problemas frecuentemente puesto que no hay reglamentos para normar las funciones y decisiones, particularmente en cuanto a la relación con los estudiantes, su situación, calificaciones, becas y otros aspectos. Por ejemplo, el maestro Vivaldo acude con autoridad a dictar órdenes para cambiar calificaciones de estudiantes en materias que otros profesores han impartido.
Finalmente y no menos importante, el rector ha mantenido un discurso demagógico en el que se presenta como el dadivoso y protector para los desamparados, cuando en realidad está haciendo uso personal de recursos destinados a la noble actividad que es la educación, y más aún cuando se trata de un sector rural e indígena. Su actuar contradictorio entre lo que dice y hace genera expectativas y desilusiones entre las personas de las comunidades y entre los trabajadores de la UIIM, en función del momento y otras circunstancias, pero, de manera preocupante, está frenando un proyecto educativo de suma relevancia.
ANEXO II
DOCUMENTOS PROBATORIOS (pendientes para su entrega)
COMISIÓN RESPONSABLE:
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